“La lluvia puede borrar la tierra,
y el papel, y la tinta...
Pero no puede borrar el hilo trenzado en la tela...”
Patricia Zangaro
Siento gran admiración por la dramaturgia de Patricia Zangaro. Me interesan las temáticas que afronta; me atraen los espacios que sugiere, y los personajes que presenta, entre grotescos, toscos y sublimes.
El texto de Tiempo de aguas de Patricia Zangaro me impacta, por su simpleza y vuelo poéticos. Realizar su puesta escénica es para mí un desafío, ya que despliega amplias posibilidades de imágenes y sentidos. Pero a la vez un convite a una labor creativa apasionante y genuina.
Me conmueve por tratarse de dos mujeres ante una serie de mandatos patriarcales, pero sobretodo me cuestiona como artista. En la joven el tiempo de aguas es tiempo de empezar a inquietarse por su propia expresión, desde la misma alfabetización, hasta la posibilidad de transformar realidades a través de la enunciación y la escritura de palabras ; en la vieja es tiempo de rescatar su historia de la memoria, de preguntarse por lo auténtico que ha dejado.
Mujer vieja: ¿ Qué podría escribir que detuviera la lluvia?
...
Yo...no tengo nada que escribir...
Mujer joven.-¡ Usted no escribe porque no se atreve!
Y se conforma con leer lo que escribieron otros!
Será el alcance de la escritura el que se debatirá en el espacio donde transcurrirá este relato. Su valor, su sentido, su sed de utopías...Y el dominio de la memoria el que entrelazará sus tiempos.
y el papel, y la tinta...
Pero no puede borrar el hilo trenzado en la tela...”
Patricia Zangaro
Siento gran admiración por la dramaturgia de Patricia Zangaro. Me interesan las temáticas que afronta; me atraen los espacios que sugiere, y los personajes que presenta, entre grotescos, toscos y sublimes.
El texto de Tiempo de aguas de Patricia Zangaro me impacta, por su simpleza y vuelo poéticos. Realizar su puesta escénica es para mí un desafío, ya que despliega amplias posibilidades de imágenes y sentidos. Pero a la vez un convite a una labor creativa apasionante y genuina.
Me conmueve por tratarse de dos mujeres ante una serie de mandatos patriarcales, pero sobretodo me cuestiona como artista. En la joven el tiempo de aguas es tiempo de empezar a inquietarse por su propia expresión, desde la misma alfabetización, hasta la posibilidad de transformar realidades a través de la enunciación y la escritura de palabras ; en la vieja es tiempo de rescatar su historia de la memoria, de preguntarse por lo auténtico que ha dejado.
Mujer vieja: ¿ Qué podría escribir que detuviera la lluvia?
...
Yo...no tengo nada que escribir...
Mujer joven.-¡ Usted no escribe porque no se atreve!
Y se conforma con leer lo que escribieron otros!
Será el alcance de la escritura el que se debatirá en el espacio donde transcurrirá este relato. Su valor, su sentido, su sed de utopías...Y el dominio de la memoria el que entrelazará sus tiempos.
Patricia Casalvieri
