Comentarios sobre la obra


Hoy fui a ver la obra, que me impresionó sobremanera. El trabajo de Patricia Zangaro es muy profundo y refiere al rescate de la memoria para que no todo se sumerja en el olvido. Hay alusiones y símbolos como la lluvia y el agua que parecen borrarlo todo menos las letras bordadas, como si el lenguaje fuera la herramienta más preciada para reconocerse a sí mismo y a los otros, para nombrar el mundo y evitar que huya hacia la nada, para registrar el paso del ser humano por la vida.
Es muy inteligente la dramaturgia de Patricia Zangaro al apelar a los silencios significativos de los personajes, una audacia infrecuente en el teatro.
El despojamiento de la escenografía de Natalia Santini es un logro de la puesta: alude a dos personajes que parecen navegar en un medio atemporal. Y allí están las proyecciones para señalar que el mundo exterior (las piedras, el agua, las montañas y todo tipo de criatura) existe para citarlo con palabras.
De modo que el peso de todo este andamiaje de bellas metáforas recae en dos actrices magníficas que saben desplazarse en el escenario con maestría, dotar a sus gestos de ambigüedad y, a la vez, firmeza, y utilizar un amplio registro de tonos de voz.
Una labor superlativa de la directora Patricia Casalvieri y de todo su equipo (iluminación, vestuario, sonido, y maquillaje) ¡ Felicitaciones!

Germán Cáceres
Junio de 2008